A veces quisiera mentirle
al mundo, decirles a los colombianos que la guerra ha terminado, a los cubanos
que no hay dictadura, a los venezolanos que su libertad no está en riesgo, a los argentinos
que la inflación del peso es pasajera, a los chilenos que perder 120 millas de
mar no es tan grave, a los ecuatorianos que si el gobierno no les paga su
salario esperen un poquito, a los brasileños que no hubo despilfarro de dinero
para el Mundial, a los peruanos que Fujimori es pasado, a los uruguayos que cambiar
alimentos por petróleo no es negociar con una dictadura, a los paraguayos que
la democracia se ha consolidado como es debido. A Panamá que su Canal está al
servicio del pueblo, a los costarricenses que sí hay libertad de prensa, a los nicaragüenses
que se vayan acostumbrando a la represión policial, a los guatemaltecos que hay
más dinero para la educación, a los Hondureños que hubo elecciones limpias, a
los Mexicanos que habrá consulta ciudadana antes de aprobar las reformas, a los
estadounidenses que ante todo la defensa personal, a los canadienses que la
abolición de puestos en la oficina de correos no significa privatización.
Luego cambiar de continentes, y decirles a los sirios que
tengan esperanza y coraje, a los malienses que una revolución militar o civil
es inimaginable, a los egipcios que Morsi no gobierna desde la cárcel, a los nigerianos
que la estabilidad fiscal llegará en 2043, a los congoleses que den la
bienvenida a los 60.000 refugiados centroafricanos, a los libios que la
libertad no depende del color de piel, a los etíopes que ahora tendrán derecho
a medicamentos y alimentación, a los iraníes que pedir la igualdad de género no
es un crimen, a los pakistaníes que la violencia conyugal se puede justificar,
a los griegos que esperen el famoso paquete de ayudas económicas de la UE, a
los italianos que la iglesia ya se separó del gobierno, a los españoles que en
10 años todo volverá a la normalidad, a los franceses que la extrema derecha no
es más fuerte en los sondeos, a los rusos que hijo de putin, a los chinos que
sigan callados, a los indios que no sabemos lo de la ablación del clítoris, a
los japoneses que las mutaciones genéticas no irán más lejos que en las
mariposas, a los australianos que el derecho legal de amamantar a un niño en
público no necesita ser reivindicado.
Digo a veces
porque las otras veces me pregunto a
dónde nos lleva esta crisis humanitaria. Digo quisiera porque no sé mentir. Digo mentir porque por lo menos durante este instante, que duraría mi
mentira, arrancaría una sonrisa en medio de tantas lágrimas. Digo al mundo porque me pienso entre América
del Sur y Europa pero me construyo en este caótico mundo-mundial. Todos los
días perdemos un poco más, el mundo está
vestido de rojo.
Necesitamos cicatrizar un poco, cambiar penas por paz,
deshacer los nudos. ¿Cómo?, he creado 200 lágrimas en porcelana blanca, cada
una contenida en una caja de 1cm2, ninguna es idéntica a otra, todas
están destinadas a ser la lágrima de alguien. He enviado 100 lágrimas a
Colombia, por correo atravesando el Atlántico. Si usted está en ese país y
quiere participar entonces hagamos un trueque: yo le doy una lágrima, usted me
da un pedacito de su memoria; yo le doy una lágrima, usted abre la caja, pone
la lágrima en su mano y mete un objeto en la caja que me será reenviada a
Francia. La única condición es encontrar un objeto que quepa en 1cm2
y escribir en el soporte que usted elija (papel, cartón, servilleta, otro
objeto, digital, etc.) qué representa ese objeto para usted. Una vez el truque
hecho, esa lágrima será la suya.
Las 100 cajas con los objetos que habremos intercambiado
serán parte de una exposición en la Escuela Superior de Artes de Bretaña en el
mes de Junio y de otras exposiciones venideras. Las 100 cajas restantes serán
intercambiadas en Francia de la misma manera, expuestas e instaladas con las
100 primeras. Una vez las 200 lágrimas sean intercambiadas, el proyecto se
extenderá a otros países, el proyecto quedará abierto y su exposición no
significa un término.
Aproveche este trueque para compartir sus ideas, sus puntos de vista
sobre la situaciones citadas anteriormente, proponga cambios, ideas, perdone,
dígale al mundo por qué esa lágrima es la suya, por qué no está conforme, hable
de sus sueños, anhelos, tristezas, duelos, decepciones. Sea libre, diga lo que quiera, el mundo necesita
de usted.
Si tiene dudas y quiere trocar, escríbame: penelopelhg@gmail.com
o deje un comentario en Letras Tibias, responderé lo antes posible. Todas las
lágrimas serán trocadas en el mes de febrero.
¡ Gracias por participar !
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FR.
Faisons
un troc
Parfois j’aimerai mentir
au monde, dire aux colombiens que la guerre est
terminée, aux cubains qu’il n’y a pas de dictature, aux vénézuéliens que leur
liberté ne risque rien, aux argentins que l’inflation du peso est passagère,
aux chiliens que perdre 120 milles de mer n’est pas si grave, aux équatoriens
que si le gouvernement ne paye pas leur
salaire il faut attendre un petit peu plus, aux basiliens qu’il n’y a pas eu du
gaspillage d’argent pour Le Mondial de Football, aux péruviens que Fujimori est
que du passé, aux uruguayens que changer des aliments pour du pétrole n’est pas négocier avec une dictature, aux paraguayens que
la démocratie s’est consolidée correctement. Au Panama que son Canal est au
service du peuple, aux costariciens qu’il y a de la liberté de presse, aux
nicaraguayens qu’il va falloir prendre l’habitude
de la répression policière, aux guatémaltèques qu’il y a de l’argent pour l’éducation,
aux honduriens que les élections présidentiels ont été transparentes, aux
mexicains qu’il y aura consultation citoyenne avant d’adopter des réformes, aux
américains que la défense personnelle est avant tout, aux canadiens que la
diminution d’effectifs dans les bureaux postaux
ne signifie pas leur privatisation.
Après changer de continents, et dire aux syriens d’avoir de l’espoir et du
courage, aux maliens qu’une révolution militaire ou civile est inimaginable,
aux égyptiens que Morsi ne gouverne pas de sa prison, aux nigérians que la stabilité
fiscal viendra en 2043, aux congolais de souhaiter la bienvenue aux 60.000
refugiés centrafricains, aux libanais que la liberté ne dépends pas de la
couleur de peau, aux éthiopiens que maintenant eux aussi auront droit aux médicaments
et aux aides alimentaires, aux iraniens que demander l’égalité de genre n’est
pas un crime, aux pakistanaises que la violence conjugale peut être justifiée,
aux grecs d’attendre le fameux paquet d’aides économiques de la UE, aux
italiens que l’église s’est bien séparée du gouvernement, aux espagnols que d’ici
10 ans tout sera comme avant, aux français que l’extrême droite n’est pas plus
forte dans les sondages, aux russes qu’ils peuvent être fiers d’être fils de Putin,
aux chinois de continuer silencieux, aux indiens qu’on n’est pas au courant de l’ablation
du clitoris, aux japonaises que les mutations génétiques n’iront pas plus loin
que sur les papillons, aux autrichiens que le droit légal d’allaiter un enfant
en public n’a pas besoin d’être revendiqué.
Je dis parfois parce que les autres fois je me demande où est-ce que
cette crise humanitaire nous amène. Je dis j’aimerai
parce que je ne sais pas mentir. Je dis mentir
parce qu’au moins, pendant cet instant, où mon mensonge aura lieu, j’arracherai
un sourire au milieu de tant de larmes. Je dis au monde parce que je me pense entre l’Amérique du Sud et l’Europe
mais je me construis dans ce chaotique monde-mondial. Tous les jours nous perdons
un peu plus, le monde est habillé en rouge.
Nous avons besoin de cicatriser, de changer les peines pour la paix, de défaire
les nœuds.Comment?, j’ai crée 200 larmes en porcelaine blanche, chacune
contenue dans une boîte de 1cm2, aucune est identique à une autre,
elles sont toutes destinées à devenir la larme de quelqu’un. Je troquerai 100 larmes en Colombie et 100 en France. Si
vous êtes dans un de ces pays et que vous aimeriez participer alors faisons un
troc: je vous donne une larme, vous me donnez un petit morceau de votre
mémoire, je vous donne une larme, vous
ouvrez la boîte, vous posez la larme dans votre main et vous mettez un objet
dans la boîte qui devra me revenir. La seule condition est de trouver un objet
qui rentre dans 1cm2 et d’écrire sur le support de votre choix
(papier, carton, serviette, un autre objet, digital, etc.) qu’est ce que cet
objet représente pour vous. Une fois le
troc fini, cette larme sera la votre.
Profitez de ce troc pour partager vos idées, vos points de vue sur les
situations citées précédemment, proposez des changements, des idées, pardonnez,
dites au monde pourquoi cette larme est la votre, pourquoi vous n’êtes pas d’accord,
parlez de vos rêves, désirs, tristesses, deuils, déceptions. Soyez libres,
dites ce que vous voulez, le monde a besoin de vous.
Toutes les larmes seront troquées au mois de Février.
Si vous avez des doutes, contactez-moi :
Laura
Hernández
E-mail:
penelopelhg@gmail.com
Merci de votre participation!
Y, en Colombia, cómo se haría el trueque? Cómo busca uno la lágrima que va a llevar su nombre, su historia hasta Europa?
ResponderBorrar¿En cuál ciudad estás?
ResponderBorrarEn Armenia, Quindío.
ResponderBorrarmándame un e-mail con tus datos y te la hago llegar en Armenia.
ResponderBorrar